Cambios drásticos en las casas de moda: Inicios y actualidad

A lo largo de la historia han existido cientos de casas de moda. Algunas nacieron en siglos pasados, y a pesar de los cambios radicales que han llegado a surgir en la historia de la moda, estas firmas de moda se han mantenido a flote gracias a su adaptación e innovación en la industria de la indumentaria.

Aunque ha dejado de existir el estilo que caracterizó a estas firmas de moda en su nacimiento, estas firmas se mantienen con el más alto de los reconocimientos respecto a popularidad, diseño e innovación gracias al giro de estilo de la marca, modificando su ADN y resurgiendo el nombre bajo una nueva brisa de esencia vanguardista.

 

Balenciaga

En 1919 el modisto Cristóbal Balenciaga funda su firma homónima. Basa completamente su estética en la representación de la feminidad bajo experimentación del patronaje, de la forma y la búsqueda de diversas líneas estructurales, siempre en representación de la elegancia y sofisticación.

Cristóbal Balenciaga fue un genio del patronaje y la costura, creando técnicas completamente innovadoras para creación de prendas mediante líneas fluidas que llevaran a la representación de la feminidad por medio de terminados en las prendas nunca antes vistas. Su principal inspiración fueron las prendas características del folclor español y la fluidez de las líneas del patronaje nipón, llevándolo a crear prendas de características únicas y prácticamente imposibles de replicar gracias al conjunto de técnicas fusionadas y creados por él mismo.

Balenciaga se mantuvo innovando en la industria de la moda sin dejar de lado la elegancia de la silueta femenina por más de 40 años, hasta su retirada en el año de 1968.

Hasta el año de 1987 la firma se mantuvo prácticamente en el olvido, manteniéndose únicamente de su línea de perfumes y de sus ventas en el mercado nipón. Hasta que en aquél año Michel Goma tomó la marca para sacar una nueva colección Prêt-á- Porter, la cual no tuvo demasiado éxito.

Aunque el cambio de estilo de la firma era perceptible con Michel Goma al frente de la colección, no fue hasta el año de 1992 cuando Josephus Melchior Thimister tomó el mando de la casa de moda, dándole con su llegada un giro de 360° en el camino. Josephus creó una nueva imagen en Balenciaga, dejando de lado la sofisticación y la feminidad para colocar en su lugar una imagen mucho más audaz, atrevida y rebelde. A pesar de la osada imagen de firma ésta no llegó a tener el éxito esperado, sí, el cambio en la firma española era más que evidente, era atractiva, sin embargo parecía ser demasiado cambio para la época. Después de la pulcra imagen de Cristobal Balenciaga, parecía que un cambio tan drástico fue demasiado para asimilar en tan poco tiempo de mando.

En 1997 con tan sólo 24 años de edad, el parisino Nicolás Ghesquière toma el mando de la casa de moda española. Balenciaga regresaba a los principios que la fundaron, sin embargo la identidad era completamente distinta. Nicolás Ghesquière basó la nueva identidad de la firma bajo principios de estética y silueta femenina, enmarcando las curvas del cuerpo femenino como la base de inspiración para cada colección al igual que lo hacia el mismísimo Cristobal Balenciaga, sin embargo la esencia que se percibía al respecto era completamente distinta.

Nicolás Ghesquière era mucho más osado con su interpretación de la feminidad, sus siluetas se basaban en la sensualidad y poderío de la mujer bajo aires de vanguardismo sin dejar de lado la elegancia que la caracterizaba. Nicolás Ghesquière era justamente lo que necesitaba la firma española en aquél momento, ésta joven promesa y sus atrevidas ideas reinterpretaron las bases de la casa de moda, salvándola del olvido y de su aparente perdición.

Después de  más de una década al mando creativo de la firma, Nicolás Ghesquière tras diversas discusiones con los directivos decide abandonar Balenciaga, dejando al mando al joven diseñador norteamericano Alexander Wang.

La casa española ahora envolvía su característica elegancia bajo aires de monocromía y minimalismo. A pesar de la aceptación de la primera colección de Alexander Wang bajo el nombre de Balenciaga, unos pocos años más tarde, el grupo aparentemente inconforme con su trabajo decidió no renovar el contrato con el joven diseñador. Dando apertura a una nueva figura dentro de industria del diseño creativo de la moda, la reciente promesa del diseño Demna Gvasalia.

Demna Gvasalia trajo a la firma un espíritu completamente nuevo y una identidad renovada. Entrando en 2016 a Balenciaga como el nuevo director creativo, Demna supo dar en el blanco, trayendo a la casa de moda aires completamente renovados bajo estéticas de siluetas holgadas en su característica esencia streetwear.

El nombre de Balenciaga deja de lado sus principios característicos para innovar y renovar su imagen. Demna Gvasalia toma la marca para hacer resurgir su nombre bajo estéticas de vanguardismo y elegancia callejera. Prendas oversize, colores neones y tonalidades estridentes, simplicidad reinterpretada en la ironía del maximalismo, estilos de calle y la interpretación de lo “feo” como protagonista, es lo que caracteriza al nuevo y revolucionado Balenciaga. 

Gucci

La firma italiana nace en el año de 1921 con su fundador Guccio Gucci. La marca surgió como un referente de bolsos de cuero, tratado de cuero en alta calidad y terminados minuciosos. Su popularidad llegó pocos años después, ya que se distinguía por los detallados cuidados de los bolsos, que lo volvieron en una de las marcas de marroquinería más cotizadas del momento. Junto al apoyo de sus 3 hijos, Guccio Gucci decidió expandir su legado a otras partes de la misma Italia y Europa.

Tras el fin de la segunda guerra mundial, Guccio Gucci internacionalizó su marca, llevando una de sus principales sucursales a una de las futuras capitales de la moda, New York. Ya entre la década de los 50´s la doble “G” como imagen de la firma de marroquinería italiana enloquecía en euforia a los neoyorquinos, todos deseaban un bolso con la doble “G”. Esto ayudó a sentar la letra como logotipo permanente de la marca, permitiendo la internacionalización de la imagen de lujo de la firma.

El emblematico bolso Bamboo de Gucci en los años 50

Para los años 80´s Gucci caía en desprestigio y perdía la influencia y lujo que lo caracterizaba, olvidándose como objeto de deseo. Esto debido a diversas discusiones, conflictos económico y de propiedad entre miembros de la familia. Tras la impensable recuperación de la firma italiana, fue el mismo Maurizio Gucci, líder económico de la marca de su padre quien decidió vender su legado a Investcorp antes de su propia muerte.

No fue hasta el año de 1993 que tras la reciente compra de la compañía Investcorp, puso en marcha el plan de resurgimiento de Gucci como foco de sus inversiones. Fue en ese momento que encontraron a un joven e inexperto creativo que contratarían con la esperanza de traer de vuelta el prestigio que tuvo Gucci alguna vez. Este joven diseñador era Tom Ford.

 

La firma fue bastante criticada en aquellos años por optar por un inexperto diseñador estadounidense para llevar el mando de la firma italiana, sin embargo Tom Ford supo demostrarles a todos como es que su competente creatividad era capaz de rescatar a Gucci del olvido, y así fue.

Gucci, una marca de elegante y sobria marroquinería ahora incursionaba de lleno en el mundo de la moda y su indumentaria, y fue Tom Ford el ideal para ello.

El entonces inexperto Tom Ford se adentraba en el mundo de la moda con estéticas de rebeldía, sexualidad y mucho glamur, una imagen completamente revolucionaria ante la época, siguiendo con los “excesos” característicos de los 80´´s, Tom Ford ahora daba seguimiento en los 90´s a la sensualidad y el sexo como la máxima expresión de sus diseños.

La nueva imagen de Gucci fue tan llamativa que sin duda resurgió del olvido y se volvió una de las firmas de mayor renombre de la década, así como de más prestigio y deseo, llevando el nombre Gucci a ser la firma de moda más vendida e icónica en los 90´s.

Tom Ford resurgió a Gucci de entre las cenizas, sentando las bases de lo que es hoy en día. Sin embargo en 2004 bajo diversas disputas creativas, Tom Ford decidió abandonar el legado que formó, abandonando la firma italiana.

En año 2005 Frida Giannini toma las riendas del diseño creativo de Gucci. A pesar de que ya trabajaba como diseñadora de bolsos de Gucci desde 2002 y de sus accesorios, no fue hasta 2005 que Frida Giannini tomó el mando absoluto de la dirección creativa de Gucci, volviéndose triple diseñadora de la firma.

Frida Giannini trajo una nueva estética y percepción de la feminidad al estilo que ya caracterizaba a la casa de moda italiana, con nuevos estilos basados en la feminidad y el glamur bajo aires de eclecticismo y sofisticación, llevando a un estilo opuesto a la propuesta de Tom Ford. Ante este cambio la directora creativa comentó: “Creo que la agresividad sexual me parece obsoleta, incluso diría que vulgar”.

En 2015 Frida Giannini anuncia su salida de la firma, dejando en su lugar a su amigo y mano derecha, Alessandro Michele. Alessandro Michele ya llevaba más de una década trabajando para Gucci como director de diversas áreas creativas, por lo que no fue de esperar que se le nombrara como el nuevo director creativo de la firma italiana. Lo que si fue de sorprender fue el giro que le daría a la marca y la nueva identidad completamente opuesta a la dirección de Ford y de Giannini.

Alessandro Michele tomó Gucci para asumirle un concepto completamente renovado y único ante sus competidores, cambiando por completo la imagen que se tenía de Gucci, pues Alessandro Michele ahora brindaría a la casa de moda italiana una esencia retro, conceptual, mucho más teatral con aires de dramatismo y reinterpretación, con líneas estructurales que optan por la expresión sentimental antes que la demostración de la línea femenina, el maximalismo es su legado y el eclecticismo su ideal.  

El diseño creativo de Alessandro Michele se mantiene como uno de los preferidos ante la década actual por su innovación e inesperada propuesta contemporánea.

 

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