Hoy en día Oaxaca es uno de los estados de la república con mayor preservación de riquezas culturales, pues a pesar del trascender de los años, este emblemático estado de México aún lucha por conservar las tradiciones prehispánicas de los teñidos naturales.
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Aunque en la actualidad muchas de las prácticas del pasado se han perdido con la implementación de tecnologías y de técnicas modernas, el hermoso estado de Oaxaca lucha por mantener vivas las técnicas de teñido textil heredadas por sus antepasados. Diversas familias oaxaquences se dedican a la preservación y fomentación de la práctica del teñido textil a partir de pigmentos de origen natural, estas técnicas han sido heredadas de generación en generación desde la época prehispánica, pues buscan mantener latente las prácticas de sus antepasados para evitar que estas se pierdan.
Hoy en día el teñido textil a nivel industrial es elaborado principalmente por pigmentos químicos, los cuales son mucho más fáciles y rápidos de elaborar e igualmente se adhieren por mucho más tiempo a los textiles, sin embargo el impacto negativo ambiental que generan es altísimo, provocando la contaminación de ríos y suelos, además de dañar las tierras de cultivo y matar e intoxicar a un incontable número de especies animales y vegetales en su proceso. Estas familias oaxaquences han visto el impacto ambiental que esto provoca, por lo que a pesar de que el proceso de extracción de pigmentos naturales es mucho más elaborado y lento que el artificial, decidieron marcar la diferencia conservando la práctica del teñido natural de sus antepasados.
Estas técnicas son además 100% sustentables, orgánicas y ecofriendly, pues la extracción de los tintes es completamente de origen natural, al igual que en el pasado, obtiene su valor artesanal de la práctica manual y del total respeto a la naturaleza.

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Grana Cochinilla (Dactylopius coccus)
La grana cochinilla o “Sangre de tuna” como se le llamaba en tiempos prehispánicos, es un insecto parasito del nopal, del cual se obtiene el ácido cármico que es de color rojo intenso.

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En el pasado la extracción del tinte era aplicada por los mixtecos en textiles naturales como algodón, Yuca o lino, sin embargo con la llegado de los españoles y su introducción de las ovejas para la ganadería, se comenzó a utilizar la lana como parte de la experimentación de los mixtecos para el teñido textil, del cual se percataron que el tinte de la grana cochinilla tenía una mayor adherencia a la lana que a otras fibras naturales, volviendo a la lana el principal material de teñido. Los mixtecos también desarrollaron un método de crianza y de distinción efectiva de la “grana cochinilla fina” de la que no lo es, pues la tintura de la grana cochinilla convencional es de un tono rojizo violeta y no rojo puro como lo es la “fina”.

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Aunque en su momento la crianza de grana cochinilla tuvo su mayor demanda, siendo exportada desde Oaxaca a diversas partes del mundo, vistiendo a reyes y personas de alto poder adquisitivo, hoy en día este método de teñido textil perdió su popularidad con la llegada de los tintes artificiales, reduciendo la demanda de la grana casi hasta su extinción.
En la actualidad esta práctica se sigue llevando a cabo en Teotitlán del Valle y Santa Ana del Valle en Oaxaca, donde familias crían a esta especie parasita para posteriormente extraer el tinte, tejer la lana para las prendas y finalmente teñirla en un proceso 100% artesanal.
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Caracoles púrpura (Plicopurpura pansa)
Para la extracción del color púrpura, primeramente el caracol debe de ser frotado directamente en las madejas de hilo, pues de esta forma el caracol segregará directamente su baba en el tejido textil, el cual, al ser expuesto a los rayos del sol comenzará a oxidarse, pasando de tener un tono lechoso a amarillo, después a verde y finalmente a un intenso tono púrpura.

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Estos proceso de teñidos naturales era llevado a cabo por los mixtecos en la época prehispánica, los cuales conocían perfectamente el ciclo de vida de los caracoles purpura, pues respetaban fielmente a la naturaleza y no deseaban dañar la vida del caracol ni interrumpirlos en momentos cruciales de su vida, como lo es la reproducción de la especie. Los mixtecos acudían a las costas de Huatulco cuando la marea bajaba y descubría la superficie de las rocas, (pues es en ese momento cuando se podía tomar a los caracoles purpura sin lastimarlos), después los caracoles eran frotados sobre las madejas de hilo para extraer su tinte, al terminar esto, los caracoles eran colocados nuevamente sobre rocas húmedas, evitando rocas de temperaturas elevadas, pues las rocas calientes pueden provocar su muerte. Los mixtecos son y fueron conscientes de la importancia de este molusco para el ecosistema, por lo que solo extraen el tinte de octubre a marzo y respetan su ciclo de reproducción el resto del año.

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En 1980 este molusco se sobreexplotó casi hasta su extinción, pues en aquel año la empresa japonesa “Purpura Imperial” hizo un trato con comuneros de la zona para trabajar de forma exclusiva el teñido de kimonos con caracol purpura, prohibiendo la entrada a los mixtecos tinteros a la zona. Los japoneses extraían al molusco de la roca de forma brusca, con ganchos metálicos que herían su piel, los colocaban sobre la seda para después dejarlos tirados bajo los rayos directos del sol, provocando su muerte. 5 años tuvieron que pasar para que procediera la denuncia realizada por los mixtecos del lugar, el gobierno federal finalmente les prohibió esta práctica a la comunidad nipona y paró la matanza de esta especie. Esto dejó en terribles condiciones la población del molusco y aunque hoy en día se ha recuperado en gran medida, aún es cazado para su uso gastronómico “por su sabor picosito”.
Hoy en día esta práctica se ve regulada por el gobierno de Oaxaca y aunque el trabajo de teñido textil ya no se realiza tanto como antes, algunas familias mixtecas y pobladores de Pinotepa de Don Luis, lo llevan a cabo como parte las tradiciones del lugar.
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Jiquilite (Indigofera)
El Jiquilite es la planta de la cual se extrae el brillante color índigo.

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Aunque su origen es confuso, de acuerdo a diversos estudios biológicos, se cree que esta planta es endémica de México y que su difusión y exportación al mundo se dio junto a la llegada de los españoles. Aunque en Quintana Roo se encuentra la mayor cantidad de especies registradas de esta planta, es en Oaxaca donde se trabaja la extracción de tintura de esta especie vegetal.

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Es en el municipio de Santiago Niltepec donde solamente 10 familias se dedican a la conservación de la especie y su tratado para el teñido textil. Estas familias luchas por mantener la tradición a pesar de los diversos percances que obstruyen su labor, pues la producción de este tinte natural disminuyó de forma considerable en comparación a la que se realizaba en los años 90´s, estas familias aseguran que el cambio climático derivado de la contaminación ha sido un factor determinante para la disminución de cultivo de la planta, además de que aseguran, el terremoto del 2017 situado en Oaxaca sacudió de tal forma la tierra que las raíces se secaron y dañó las tierras de cultivo. Antes del sismo estas familias lograban procesar hasta 100 kilos de cosecha, sin embargo en la actualidad con dificultad llegan a los 20 kilos, reduciendo su producción en un 80%.
A pesar de las dificultades que los abruman, las familias buscan a toda costa mantener viva la tradición prehispánica heredada por sus antepasados para el teñido índigo de textiles.