La industria de la moda se encuentra en una constante evolución, sus continuos cambios siempre son regidos mediante los acontecimientos sociales presentes del día a día. Su evolución y trascendencia a lo largo de la historia ha marcado cambios tan relevantes en la indumentaria que hoy su evolución es empleada con tal normalidad que incluso sus orígenes y la razón de su cambio ha sido olvidado por muchos de sus portadores.
La moda cambia cuando los pensamientos lo hacen, cuando la sociedad está inconforme. Lo hizo a finales del siglo XIX cuando los mineros hartos de desgarrar sus pantalones bajo el arduo trabajo, exigían por un material que los hiciera sentir protegidos para trabajar, lo hizo a finales del siglo XX cuando las mujeres se sintieron inconformes respecto a la figura que las obligaba a sentirse incómodas y estrechas frente al uso del corset, marcando una nueva era encaminada por siluetas más cómodas y holgadas, lo hizo nuevamente cuando a mediados de los 60’s las mujeres decidieron ejercer su libertad de expresión manifestando su deseo por la igualdad de género y su libertad sexual con la llegada de la minifalda, la cual les trajo mayor libertad y autonomía.
En los 80´s llega la liberación sexual, la libertad de expresión y los excesos como símbolo de manifestación en busca de la libertad. En este mismo año la búsqueda de la libertad sexual trae consigo el surgimiento de diversos movimientos sociales que hartos de permanecer en el anonimato decidieron mostrarse ante el mundo sin temor, ejerciendo su derecho al respeto. Hoy servirían como la base que inspiraría una nueva corriente en la moda, en la que la indumentaria deja de pertenecer a un género específico para servir en su lugar como un medio de expresión personal y creativa ante la identidad de género.
Los Club Kids fueron uno de ellos. Nacidos como movimiento en los años 80´s, los Club Kids eran un grupo de jóvenes que tomaban su propio cuerpo como un modo de expresión visual, sin importar su género, sin importar su orientación sexual, ellos plagaban su imagen personal de aquellos elementos que los pudieran hacer externar su pensamiento creativo, la moda era su principal aliado y su legado, fue su principal método de expresión. Tomaban cada prenda como complemento de su imagen sin tomar en consideración el género para el cual fue creada esa prenda, si con ello lograban externar su creatividad, entonces eso es lo que usarían. Los Club Kids hoy son considerados a nivel mundial como una de las primeras expresiones Queer de la era moderna, lograron crear además un movimiento social que serviría como una de las bases que desataría a futuro la moda “No Gender”.
Queer se traduce literalmente como extraño o raro. Fue usado en el pasado como un insulto con el que se definía de forma despectiva a una persona que de acuerdo a su individualidad era segmentada, ya sea por su imagen, personalidad, identidad sexual o de género. Las personas definidas por este nombre decidieron apropiarse del título con el que se pretendía se sintieran insultados para usarlo como el nombre con el que se identificarían como identidad, haciendo del prejuicio un orgullo.
El estilo y las prendas portadas par todas aquellas personas llamadas así mismas Queer, ha evocado un cambio casi revolucionario en la industria de la moda, pues grandes casas de moda ahora definen la identidad de sus diseños como “No Gender”, prendas que sin un género predeterminado pueden ser usadas por toda aquella persona que simplemente quieran vestir de la forma con la que sientan que puedan expresar mejor su identidad.
Grandes casas de moda como Moschino o GCDS se rigen por estos principios y apuestan por usar a grandes celebridades Queer para sus campañas, como las drag queen Naomi Smalls y Aquaria, otros influencer de la escena Queer como James Charles portando indumentaria de Alexander Wang o el famoso duo de Instagram, Matieres Fecales expresando su identidad a través de prendas de Alexander McQueen, Prada, Louis Vuitton entre otros.
El Queer fashion se ve presente en México a través de influencers de la escena underground, de carácter mucho más experimental, que toman la industria de la moda y los códigos de vestimenta no binarios como los valores de su identidad. Influencers y artistas musicales como Muxxxe, basan su fascinante expresión artística de acuerdo a la influencia del arte y la moda, tomando inspiración de firmas de moda como Yohji Yamamoto, Balenciaga, Maison Margiela, entre otros, así como también reconocidas firmas nacionales de creativos diseños y códigos no binarios como Sánchez-Kane. Muxxxe es un artista musical que cubre su rostro para evitar los prejuicios que los rasgos faciales femeninos o masculinos pueda provocar en en la opinión de una persona, en un mundo regido por la única aceptación de “ciertos” estándares de belleza, el mostrarse sin rostro ante una sociedad hambrienta de críticas y juicios negativos, evita llegar a ser catalogado o criticado por un rostro que no necesariamente define su imagen ni su personalidad, no tener un rostro identificable logra que su expresión personal lo vuelva lo que él desee ser e identificarse como él lo quiera hacer.
Aunque aún vivimos en una sociedad regida por las reglas de la sobriedad, la aceptación y la tolerancia tienen mayor afluencia que en pasadas décadas, gracias a esto se abre paso a que más personas puedan regirse mediante la libertad de expresión y la identidad visual sin temor a prejuicios. Las personas identificadas como Queer y su personalidad en la moda ha logrado influenciar en la identidad de reconocidas casa de moda e incluso plataformas de venta como Mercado Libre que hoy apuestan por el “No Gender”, prendas sin género. En México, el Queer Fashion va ganando mayor notoriedad, llevando recientemente a una nueva dirección la industria de la moda nacional, abriéndose a la tolerancia y a una mayor expresión creativa de identidad.