México es considerado como el mayor productor de plata en el mundo y no es de extrañar, pues la historia de la plata nacional es muy amplia y sus orígenes van incluso mucho más atrás a la llegada de la conquista española a México, remontándose al trabajo de orfebres de la época prehispánica. Conoce la historia tras la plata de Taxco.
Historia
Valor y significado cultural.
La plata siempre había tenido un valor significativo para las culturas mesoamericanas de México, sobre todo entre la cultura Mixteca, la cual realizaba numerosos objetos de artesanía como la joyería filigrana hecha en plata. La plata poseía un profundo significado para ellos; su brillante color blanquecino era considerado una extensión misma de la luna y el oro una parte del sol mismo, por lo que una de las técnicas de orfebrería más utilizadas por esta cultura era la combinación de ambos elementos. El oro y la plata eran fundidos a altas temperatura para garantizar su fusión y así brindar un significado más profundo de la unión del sol y la luna en representación de una pieza.
En Taxco, Guerrero, la plata siempre ha tenido un alto valor artesanal y cultural. Los Olmecas y Toltecas extraían la plata de sus minas y lo trataban para su uso en orfebrería. Diversas culturas ofrendaban a los aztecas obsequiando este metal precioso, ya que se consideraba un regalo de alto valor, respeto y significado.
La importancia de la plata en la conquista.
Después de realizada la conquista española, se cuenta que en agradecimiento fue el mismo Moctezuma quien obsequió decenas de valiosos objetos a los españoles, entre ellos uno de sus más preciados materiales, la plata. Los hombres de la conquista española reconocían perfectamente el valor de este metal, por lo que ordenaron emerger una minuciosa búsqueda de minas de plata en México con el fin de explotar y exportar este preciado metal. En aquel entonces las minas de plata se encontraban en terrenos en los que aún no llegaba la colonización, por lo que la búsqueda fue más ardua. Años después, a mediados del siglo XV se encontraron las primeras minas de plata en diversas regiones del país como: Nayarit, Jalisco, Colima, Aguascalientes, Zumpango, Zacatecas y San Luis Potosí, sin embargo ninguna se comparaba con las minas de plata halladas en la ciudad de Taxco, Guerrero, pues los yacimientos de este metal abundaban en toda la región.
La plata seguía manteniendo el alto valor que lo caracterizaba hace cientos de años atrás, sin embargo en aquel entonces su valor se concentraba en su nueva forma y esa era la de la moneda, a la cual se le denominó con el nombre de “Reales”. Poco después de la conquista y de la búsqueda de las minas de plata, este metal se convirtió en la principal materia para la elaboración de las primeras monedas del país, después de que se diera la orden de fundar la primera casa de moneda en el año de 1535.
Plata posterior a la conquista y sus nuevos usos.
En el año de 1542 en la mina más significativa del país, en Taxco, Guerrero, la plata abandonaba su antiguo significado para adaptarse a nuevas formas y conceptos significativos. Fue así que la plata ahora era trabajada mediante las técnicas indígenas ya conocidas y los nuevos métodos de orfebres españoles para trabajar la plata con motivos de religión cristiana y utilidad práctica.
Personajes trascendentales de la plata en Taxco
En aquel entonces la plata de Taxco se explotó y exportó a toda España y a gran parte de Europa, ganando gran popularidad y reconocimiento por sus abundantes minas, sin embargo después de unos años, la plata de Taxco fue perdiendo popularidad después de que se descubrieran nuevas minas, desvaneciendo su relevancia casi por completo.
No fue sino casi 200 años después en 1716 que el nombre de Taxco en la industria minera de la plata volvió a surgir, cuando Don José de la Borda (un español de ascendencia francesa) descubrió de casualmente una nueva mina de plata en las montañas de Taxco. Este acontecimiento inesperado resurgió la economía platera de Taxco y volvió a Don José un hombre de grandes recursos. Don José se mantuvo sumamente agradecido con la ciudad, por lo que demostró su gratitud mejorando la infraestructura del lugar, arreglando calles, construyendo escuelas y casas. Don José era un hombre muy devoto a dios y creía que su reciente descubrimiento se debía a un acto divino, por lo que mandó a construir la famosa Catedral de Santa Prisca, la cual adornó con diversos elementos de plata que mandó a hacer a los artesanos locales en estilo barroco.
La mina en Taxco de Don José de la Borda naturalmente se quedó sin recursos por lo que comenzó a hipotecar sus propiedades con intensión de sobrevivir mientras encontraba nuevas minas. Encontró una nueva mina fuera de Taxco, se mudó con la esperanza de recuperar las suficientes ganancias para recuperar sus propiedades, sin embargo la mina no era tan prolifera como lo esperaba, llevándolo a vender la última de sus posesiones y la más preciada, la Catedral de Santa Prisca de Taxco. Don José encontró una nueva mina en Zacatecas a la cual llamó “La Esperanza” pues esa era la última mina que le alcanzaría para comprar, esa mina le provocó un gran crecimiento económico y lo colocó nuevamente como uno de los hombres más adinerados del estado. En 1776 en una edad mayor y con varios padecimientos que lo agobiaban, Don José deseaba regresar a su “natal” Taxco, sin embargo su hijo no permitió que su padre emprendiera un viaje que lo podría matar.
La fortuna que Don José hizo con sus trabajos en las minas de plata de México ascendió a más de 40 millones de pesos, volviéndolo uno de los hombres más ricos del mundo.
Durante la guerra de independencia las minas de plata de Taxco sufrieron un fuerte golpe al ser destruidas por los españoles en batalla, borrándolo nuevamente del mapa de la plata.
En el año de 1926, William Spratling, el profesor estadounidense de la Universidad de Tulane, llegó a Taxco como parte de su investigación sobre México y sus culturas. En 1929 William se reunió con el embajador estadounidense Dwight Morrow, el cual le explicó la historia de Taxco y como es que a pesar de ser una de las regiones mineras de plata más proliferas del país no ha tenido gran relevancia en el trabajo artesanal de plata, pues no se había realizado nunca. William Spratling sorprendido por este comentario decidió apoyar a los artesanos y productores locales, lo cual daría un giro a la historia artística de Taxco e incrementaría su producción económica para siempre.
William Spratling empeñó todo su esfuerzo en orientar y asesorar a los artesanos locales en la producción y el trabajo de la plata mediante la inauguración de un taller, “El Taller de las Delicias”, con el fin de llevarlos a diseñar la plata y redescubrir el valor artístico de la orfebrería. Esas personas que William orientó fueron reconocidos posteriormente como los antiguos maestros de la plata mexicana, llevando al diseño de la plata de Taxco como las más trascendentales del país y una de las más reconocidas en el mundo.
William Spratling falleció en 1967 tras un accidente, pero su memoria fue recordada con un busto de plata en el Museo de la Plata de Taxco, siendo reconocido como “El padre de la plata”. En el museo se encuentran también diversas imágenes de Don José de la Borda.
Plata de Taxco y la Joyería
Los artesanos texcanos han incursionado en el diseño de joyería de plata, llevándolo a ser uno de los trabajos de mayor valor artesanal y de mayor apreciación a nivel mundial dentro de su área, gracias a su delicado trabajo manual y su minucioso cuidado artesanal, así como por el uso de plata local que le brindan un inmenso valor apreciativo y económico. Esto debido a que la plata de México, en especial la plata encontrada en Taxco, posee una pureza casi inigualable y difícilmente se encuentra en otros países, ya que la plata de Taxco contiene 925 gramos de plata pura por Kilo.
Actualmente Taxco es el mayor productor de artesanía platera de México. Hoy en día existen más de 15,000 artesanos locales que viven de trabajar la plata.
México es el mayor productor de plata en el mundo.